martes, 26 de abril de 2011

Oxímoron

Un oxímoron es una combinación de dos expresiones de significado opuesto que dan un nuevo sentido, como decir silencio atronador o impecable quilombo. El plural es también oxímoron, o bien oxímoros.
Yo conozco muchos oxímoros: sorpresa previsible, secreto a voces, frío ardiente, y una lista de personas que cumplen con la definición literaria. Ellos, de alguna forma, lograron meter en su forma de ser esta peculiar palabra.

Se trata de personas ricas y muy pero muy pobres. También de personas que andan por todos lados tan felices, que no saben cuándo pueden llorar tranquilas y sentirse normales. Se trata de cagones muy valientes y de guerreros pacíficos. Se trata de personas que estando lejos, te saben abrazar. También se trata de personas que hablan mucho y no te dicen nada. ¡Y mirá que hay bodoques de grasa de pocos meses de vida que te enseñan LA VIDA sin haber llegado ellos a aprender nada todavía! ¿Cuántos sordos de la mente llevan calzados los auriculares del ipod? ¿Cuántos ciegos son capaces de marcar los kilos de más y las narices grandotas? ¿Y si alguien con poco te da mucho?
No es necesario que les haga la lista inversa, a cada paso que di, un buen entendedor sabrá hacer la fórmula inversa y encontrar otro personaje oximoronezco.
Muchas personas no saben lo que significa, y sin proponérselo ni desear evitarlo, andan por ahí enseñándolo con su vida.
Cada uno puede vivir con su encontronazo de significados, en una caldera tan violenta de ingredientes no puedo pretender que sólo se note un gusto a la vez.

Que el lado vivo le gane al inerte, que el lado joven le gane al que se cansó de aprender, que el lado humano le gane al indiferente, que el efecto positivo le gane a la tendencia del cero a la izquierda y a sus primitos con un menos en la frente, eso ya depende de lo buen o mal escritores que seamos en el relato de nuestras vidas.


martes, 19 de abril de 2011

Leitmotiv

El debate se había postergado ni más ni menos que lo que la cuenta le permitió. No quedaba mucho resto, era necesario empezar con esto de una buena vez. Tampoco se había acumulado una espera innecesaria, el tiempo no conoce de tecnologías ni manipulaciones, no sabe adelantarse ni atrasarse a nuestro gusto. Por eso, cuando el momento era el que tenía que ser, el blog dijo "Ok, llegué, no nos evitemos más, que sin vos no existo, y vos me estás pensando mucho como para decir que no estoy acá".
En efecto, este blog hace rato que venía haciendo bulla para salir. Y cuando las cosas van a ser, lo van a ser con o sin tu ayuda. Mi elección hoy, es estar adentro. Me es imposible quedarme fuera, dado que vengo escribiendo acá desde hace meses en mi mente. A veces no es una barrera que algo no esté, porque si lo traemos con nuestra mente, ya lo trajimos y más vale que le hagamos espacio para cuando termine de llegar... o nosotros lleguemos a él.
Blog (ni querido ni nada, recién nos estamos conociendo, dennos nuestro tiempo), voy a decirte algo sobre tu nombre, sin ganas de sacarte magia ni hacerte un gualicho de lógica que no necesitás y a la que nunca vas a estar atado. Tenés un nombre perfecto para hablar sobre computadoras, jueguitos y otras yerbas cibernéticas. Pero como todas las apariencias... vas (mucho) más allá, dudosamente pises esos temas para quedarte. Lo que a mi me gusta, es que todos los caminos me lleven a esta arroba, que mis reflexiones, momentos caóticos, puestas en órden, todo lo que quiera volcar pueda llegar a vos, una especie de compendio de mis pensamientos e impresiones. Y por supuesto, de una manga de huevadas y pequeñas frases. Te vas a tener que bancar de todo, estás avisado.
Ese es tu motivo, gracias por asumirlo.

Ahora...

VOLAD, MI PEQUEÑO, VOLAD.