lunes, 21 de mayo de 2012

Con Vida.

Porque tenés vida. Me la das, cómo no la vas a tener? La ConVidás.
Porque me hacés dudar. Porque puedo estar parado en aciertos mucho tiempo, y una pregunta tuya me deja en el inicio de vuelta, dándome cuenta que tengo mucho por seguir.
Porque explicándote a vos, me entendí a mí.
Porque hablamos diferente, pero en nuestro idioma.
Porque pensamos en lenguas distintas, pero sentimos en la misma sintonía.

Viajá todo lo que quieras, subite al avión que te lleve lejos, y mirá constelaciones que yo no conozco. Abrigate cuando yo esté en cuero y despertate cuando me acueste, que la tarde de los tuyos sean las mañanas de los míos. Caminá por la montaña cuando yo camine por Reconquista, y disfrutá del silencio mientras yo toco la guitarra pensando en que a ese tema le falta tu voz. Poné música, que sin escucharla voy a saber cómo te vas a poner a bailar cuando no te esté viendo nadie. Dormí donde no te vea, voy a adivinar tus ojos hinchados a la mañana. Dormí donde no te escuche, sé que vas a decir algunas palabras dormida y vas a apretar los dientes sin saberlo. Despertate lejos mío y preparate tu café sin azúcar para leer esas noticias que te van a contar cómo está el mundo tan enorme en el que vivimos, ese que te hizo nacer en una tierra donde cae nieve y a mi en una donde cae granizo, pero se ensañó para que nos encontremos contra toda probabilidad.

Podés irte al viejo continente, que igual no te vas a ir de mi.
La distancia está en el corazón, y te tengo pegadita a mi.