domingo, 27 de noviembre de 2011

Por qué soy libre

Soy libre porque tengo a veces una necesidad irrefrenable de salir corriendo a expresar una idea. Es una urgencia, como cagarte encima. Necesitás hacerlo, VAS a hacerlo, no importa si las condiciones dadas son las ideales o es todo un violento quilombo. Vas a sacarte todo eso de adentro, porque tu cuerpo lo pide, tu interior lo exige. Y si tratás de contenerlo en vez de favorecer el momento, el caos, y la gran cagada, arremeten de lleno ensuciándote los pantalones y la vida. Porque eso es lo que pasa cuando frenamos lo que sentimos, cuando nos resistimos al cambio que nos nace o ahogamos el grito de felicidad o desesperación que estalla en el corazón de tu garganta. Nos postergamos, creemos que podemos seguir sin dar el paso que nuestros pies tienen que dar. ¡Y qué error más tonto! ¿Hay algún camino que no sea el que hacemos?

Soy libre, porque camino. No importa a dónde lleve el camino, porque mis pies siguen mi propio Norte. No siempre será por el sendero que está marcado, soy libre porque me marco yo el trayecto. My feet is my only carriage, dijo un viajero espiritual.
Soy una línea que crece y no le importa si le dicen tangente o paralela, no sabe si es recta o curva, porque no le interesa una perfección que pretenda cambiarla.

Soy libre porque vengo a equivocarme acá, ante los ojos de todos, y de nadie a la vez. Como en la vida misma, donde los ojos del resto pueden encontrarte pero sólo las miradas honestas pueden llegarte. La luz muestra lo que se puede ver, los corazones perciben lo que existe.

Soy libre, y vos también podés serlo, cuando te desatás. Cuando te dejás de abrazar a un lastre, cuando te dejás de callar lo que querés decir. Soy libre cuando siento lo que quiero sentir! Cuando no soy más esclavo de mis propios látigos, cuando mi espalda deja de tener cargas, para tener los tatuajes que siempre quise hacerme. Cuando siempre tengo tiempo, sólo que elijo en qué invertirlo. Cuando me acuerdo de mi decálogo, de mis verdades, de mis ideas, de mí.

Soy libre porque mi mente vuela. No se puede atrapar algo que se mueve con cada pensamiento. No puede envejecer la mente que está abierta a lo nuevo. Soy libre porque a veces no tengo claro lo que quiero, pero sí COMO lo quiero. Lo quiero sincero, honesto, feliz. Entonces ya no sé qué me va a llegar, pero sé que nada me va a faltar. No es suerte, es actitud. Es tener lo que necesitás, pero no necesitar lo que tenés. Lo tengo, lo uso. Pero si no lo tengo, sigo igual. Porque soy libre, ¿cómo me voy a atar a lo que no tengo?

Soy libre, ¡y que bueno que lo puedo decir con tanta libertad!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario